
Formentera es una isla situada en pleno Mediterráneo en la que, como es obvio, los faros han jugado un papel fundamental durante toda su historia. Hay constancia de la localización de diferentes faros y atalayas para orientar a los marineros desde hace centenares de años en la isla. Se trata de unas construcciones que, si bien hoy han perdido ya gran parte de su función, fueron de vital importancia para indicar la presencia de tierra a los antiguos hombres de mar.
Pese a que, como comentábamos, los faros ya apenas tienen sentido en nuestros días con el avance de la tecnología y los GPSs, en Formentera se mantienen aún algunos faros icónicos y otros más funcionales que aún pueden verse hoy en día. A continuación, hacemos una ruta por todos ellos que podrás realizar tú también con tu coche o moto de alquiler de Formentera Moto Rent.
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Faro de La Savina
Será el primer faro de la isla que puedas divisar al llegar en tu ferry. Se trata de una construcción que data del 1926. Un pequeño faro blanco con escaleras de caracol a su alrededor que indica la entrada al puerto de La Savina. No es posible acceder a él directamente pero, desde sus inmediaciones, se puede contemplar una de las mejores puestas de sol de la isla.
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Faro de La Mola
Uno de los faros más icónicos de la isla y reconvertido hoy en espacio culturas y de exposiciones, el faro de La Mola se sitúa en el punto más al este de la isla de Formentera. Situado sobre un acantilado de 120 metros, es un lugar ideal para contemplar el mar y su horizonte. Este emblemático faro de 22 metros de altura fue ordenado construir durante el reinado de Isabel II y comenzó su funcionamiento en 1861.
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Faro de Cap de Barbaria
Este otro faro emblemático de Formentera se encuentra en el extremo opuesto de la isla, en la zona oeste. Inaugurado en 1971 y con 17 metros de altura, este faro es una localización destacada en la famosa película ‘Lucía y el sexo’. Situado a 100 metros sobre el nivel del mar, es un lugar ideal para visitar ya que a tan solo 150 metros de él puedes encontrar también la Torre Des Garroveret del siglo XVIII y los yacimientos arqueológicos de Cap de Barbaria.